12.34h – Me despierto de forma natural, a la hora que pide el cuerpo, como cada día aquí. Boris, mi compañero de habitación, sigue durmiendo. El despertador no existe en Langkawi. Lo primero que hago siempre es encender el ordenador para revisar los correos, inbox y redes sociales y responder a todo. Hoy aprovecho también y cuelgo una entrada para el blog que escribí ayer y ya dejé preparada. Me ducho y me cambio con ropa que me queda limpia. Veo que tendré que pasar por la lavandería mañana.
13.21h – Nada más entrar en la common room me preparo un té,
que aquí me he acostumbrado a beber cada día y saludo a todo el mundo. Voy a
comprar el desayuno-comida aquí al lado: a dos minutos caminando tenemos un
lugar llamado 'Khatijah', en el que hay buffet libre. Hoy cojo arroz con pollo y
verduras -to takeaway-, por 6,5 RM (1,6 EUR). Como en la guesthouse mientras Sam nos enseña
cómo realizar un par de trucos de cartas.
15.38h – Hoy no tengo
muy claro qué hacer, no hay plan y ahora mismo no me apetece ponerme a
trabajar. Es un día de esos en los que quiero tener tiempo para reflexionar
porque si no me vuelvo loco. No estoy disfrutando del momento, del aquí y ahora
plenamente, así que para cambiar la situación voy a visitar a Iskandar aquí al
lado y le pido una moto. Conduciendo disfruto, estoy solo y puedo reflexionar
mejor. Me dice que por
supuesto, que coja la que quiera, que ya nos conocemos... Cojo una roja de
110cc con marchas. Aquí éstas funcionan distinto y además se conduce por la
izquierda, pero uno se acostumbra enseguida. De camino a la gasolinera estoy a
punto de tener un accidente por culpa mía y de otro conductor que no señaliza
su giro, ¡empezamos bien!
Pongo 4RM (1 EUR) de gasolina -unos 2L- para acabar de llenar el pequeño
depósito y decido que hoy me apetece dar la vuelta completa a la isla. Cuando ya
llevo 15 minutos conduciendo empieza a llover fuerte, así que paro a un lado de
la carretera para ponerme el chubasquero. Sigo y llega un momento que tengo que
parar otra vez porque la lluvia es demasiado fuerte y encima hay un camión delante
mío del que saltan piedrecillas que me dan en la cara. Me doy cuenta de que he parado al lado de una
playa y desde ella se ve el arcoíris más grande que he visto en mi vida. Es
increíble cómo cambia el tiempo tan rápido aquí.
Después de sacar unas cuantas fotos sigo disfrutando de la
moto y de estos paisajes increíbles. Por
suerte ya no llueve más en todo el trayecto. Cuando me quedan unos 20km para llegar
entro en la única autopista que hay aquí y acelero la moto hasta 120km/h, que
es a lo máximo que llega este trasto. De
repente un local se coloca a mi izquierda y por lo que veo se dispone a echar
una carrerita: 10 minutos de locura por las curvas, sin bajar en ningún momento
la velocidad, pasando entre los coches y demás motos, hasta que finalmente se
salta un semáforo en rojo y decido que no estoy tan loco como él. Pocas veces
en la vida he disfrutado tanto conduciendo.
18.04h - Devuelvo la moto a Iskandar y le pago 6RM (1,5 EUR), que es lo
que llevo en el bolsillo en ese momento. Aún hace sol y ahora mucho calor, así que me
cambio enseguida y aprovecho para ir a la playa a correr. Está llena de
cangrejos, que se esconden en sus agujeros en la arena cuando me acerco. Hago
el mismo recorrido de cada día corriendo: ir hasta el final de Pantai Tengah y
volver, unos 20 minutos. Cuando acabo y después de bañarme un rato, me siento a meditar, simplemente sintiendo las sensaciones y contemplando ese maravilloso paisaje del que cada día descubro cosas nuevas. Hoy
es una nube psicodélica, la más extraña y bonita que he visto nunca con
diferencia, con diferentes colores fosforitos. Increíble. No creí que existiera algo así
en el cielo, me recuerda ligeramente a las fotos de la aurora boreal... Pienso en la suerte que tengo de estar en este lugar, haciendo con mi vida siempre lo que quiero y aprendiendo tantas cosas, encontrando respuestas a preguntas existenciales que nunca podía llegar a imaginar que pudieran ser respondidas.
Enseguida llegan a la playa Safiz, Fazleen y compañía y me devuelven al planeta tierra. Son
unos amigos malayos que conocí hace unas semanas que practican “Skimboarding”,
una especie de surf con tablas más pequeñas que se deslizan en agua poco
profunda. Buenísimas personas, siempre me dejan una tabla y me tratan como si
fuera uno más. Hoy me caigo pocas veces, por fin estoy empezando a cogerle el
truquillo a esto.
Practico con ellos hasta que se hace de noche. Es genial
cuando llega el punto en que se oscurece y veo las solamente siluetas de las
personas con las tablas, parece una película. Cuando ya no se pueden ver las olas, último chapuzón
para quitarse la tierra de encima, me invitan a una barbacoa que harán al día
siguiente y uno de ellos, Azrin, insiste en llevarme en moto hasta la
guesthouse, aunque solamente está a 5 minutos caminando.
20.12h – Después de ducharme, ceno lo que había comprado por
la mañana. Veo que se han ido a pescar todos menos Boris, que está trabajando
con su ordenador, así que me dispongo a hacer lo mismo aprovechando la calma
que reina aquí. Escribo el esquema del libro que quiero publicar dentro de un
tiempo y respondo mails mientras pienso acerca de ideas de negocio posibles
aquí en la isla. En esas estamos, leyendo, cuando aparece Zackry, el dueño de
la guesthouse. Entre otras cosas me dice que “before people traveled with guns,
now with laptops” y que “one whisky a day takes the doctor away”. Esto último
viene porque él bebe media botella de whisky mezclado con agua cada día desde
hace 40 años. Y sigue en plena forma. Yo me parto de risa con este tipo.
00.58h – Llegan todos de pescar y paro entonces de buscar
clientes a través de internet. Empezamos a beber cervezas y a jugar a poker. La
partida va bien, aumentando los 5RM del principio hasta 20RM finalmente, pero
llega un momento lo pierdo todo en un farol llevado hasta el límite. Hoy por desgracia las
cervezas no se pagan solas.
02.50h – Salimos hacia Sunba, la única “discoteca” que hay
por aquí cerca, por llamarlo de alguna manera. Ponen buena música a partir de
esta hora. En un momento dado me encuentro a Lee, el camarero del restaurante
que hay al lado de la guesthouse y que siempre saludo. Se me hace raro verle
fuera del entorno habitual y la verdad es que es un tío muy amable y gracioso,
quizá porque va un poco tocado.
04.02h –La música deja de sonar, aquí por ley tienen que
cerrar a las 04.00h o si no les cae una gorda. Echo una última partida de billar
antes de irse para casa a dormir, los locales aquí son unos viciados, solía jugar mucho al lado de mi casa en Barcelona; hoy he
ganado una partida y he perdido otra.
04.29h – Me meto en la cama pensando en cómo cambian las
cosas en tan poco tiempo. He aprendido estos últimos meses a cambiar mis
estados de ánimo en el momento en que me da la gana y eso es impagable, ya que
entonces cambia también la realidad que experimento. Quizá hablo de ello en un post dentro de poco.
(Island hopping tour with friends)
Me ha encantado conocer tu plan de vida en un día cualquiera, Pablo!
ResponderEliminarVaya experiencias inolvidables!
Un abrazo muy fuerte,
Juan
Muy chulo descubrir tu día a día.
ResponderEliminarUn abrazo!
¡Muchas gracias Juan y David!
ResponderEliminarEs verdad que son experiencias increíbles las que se viven aquí y te hacen darte cuenta mucho más a menudo de lo normal de lo bonita que es la vida y cómo debemos aprovechar cada momento.
Un abrazo grande a los dos.
Cuidado con eso de reflexionar sobre una moto a 120 Kms./h que el seguro no lo cubre...
ResponderEliminarJajaja es verdad Pilar!
ResponderEliminarConduzco con cuidado y con cabeza aunque no lo parezca, le tengo mucho respeto a la moto y sé donde están mis límites ;-)
Un beso
Maravilloso el arco iris! Me lo guardo :)
ResponderEliminarCuidate mucho Pablo!
un abrazo
YBM
¡Muchas gracias Yolanda! Me alegro que te haya gustado la foto :) Otro abrazo de vuelta para ti.
EliminarHacia tiempo que no entraba en tu blog Pablo, y me he quedado como anestesiado... Puedo respirar la calma que habita en ese lugar, desde un ordenador y a miles de km de distancia ;)
ResponderEliminarTengo una pregunta para ti: Crees que es posible vivir con la misma presencia y consicencia en el presente desde el mundo occidental y trabajando en una oficina?
Porque me parece que la unica manera de vivir con ese espiritu es escapando del mundo capitalista.
Ya me diras que opinas. Un abrazo! Josh Lakelly
¡Me alegra mucho que te pases por aquí Josh! Espero que esté yendo todo muy bien por la France.
EliminarEs verdad que aquí todo es diferente. Respondiendo a tu pregunta, creo que es posible, por supuesto, sin embargo conseguirlo es mucho mas difícil. Aquí solo tienes que darte un paseo, ir a la playa... y ya estás conectado con la naturaleza y contigo mismo. Te sientes seguro, ves a personas alegres... personalmente me cuesta poquísimo estar presente en el aquí y ahora.
Por otra parte hay esperanza, ya que estamos viendo como el modelo capitalista está obsoleto en los lugares desarrollados del mundo... nos estamos dando cuenta de que este modelo de vida no lleva a ninguna parte. De todos los cambios viene algo mejor.
Un abrazo!
Me gustaría saber cuánto puede costar el viaje desde Barcelona (en compañías lowcost) y cuánto metálico se puede llevar?
ResponderEliminarImagino que el dólar es aceptado allí, no?
Muchas gracias.
Un abrazo!
Hola Sapi!
EliminarEl coste del viaje depende muchísimo de en qué época lo cojas y con cuanta antelación. No sabría decirte cuánto dinero en metálico es el máximo que se puede llevar, seguramente varios miles de euros. El dólar no es aceptado, allí tienen su propia moneda, el Ringitt.
Un saludo!